Muy alta en Estados Unidos en las décadas de los años 1920 y 30, y con un auge en círculos intelectuales de Europa y Japón, desde 1950 en adelante. Extendido actualmente por todo el mundo, con numerosas escenas locales.
El jazz (pron. /ʤæz/ en inglés, /ʝas/ en español1) es un género musical nacido a finales del siglo XIX en Estados Unidos, que se expandió de forma global a lo largo de todo el siglo XX.
Entre los muchos intentos de delimitar y describir el complejo fenómeno del jazz, el crítico y estudioso alemán Joachim-Ernst Berendt, en su obra clásica El jazz: de Nueva Orleans al jazz rock, señala:
El jazz es una forma de arte musical que se originó en los
Estados Unidos mediante la confrontación de los negros con la música
europea. La instrumentación, melodía y armonía del jazz se
derivan principalmente de la tradición musical de Occidente. El ritmo,
el fraseo y la producción de sonido, y los elementos de armonía de blues se derivan de la música africana y del concepto musical de los afroamericanos.2
El mismo autor continúa describiendo tres elementos básicos que distinguen el jazz de la música clásica europea:
Una cualidad rítmica especial conocida como swing.
Un sonido y un fraseo que reflejan la personalidad de los músicos ejecutantes.2
A lo largo de su historia, el jazz ha pasado de ser una simple
música de baile popular a una forma de arte reconocida en todo el
mundo. Paralelamente a dicho progreso, han cambiado también las
actitudes hacia esta música: en 1924 un periodista del New York Times se refería a ella como «el retorno de la música de los "salvajes"», mientras que en 1987 el Congreso de los Estados Unidos de América declaraba al jazz
como un «destacado modelo de expresión» y como un "excepcional tesoro
nacional". Se ha señalado que el motor de dicho progreso ha sido la
innovación, una particularidad que siempre ha estado presente en la
historia de esta música, dirigiendo su evolución y caracterizando la
obra de sus artistas más destacados al lado de una rama más
tradicionalista. Paralelamente a esta dicotomía entre la innovación y la
tradición, el jazz se ha movido entre la obra de unos artistas
que solo han buscado el reconocimiento de una pequeña pero selecta
audiencia y otros que ha dirigido sus esfuerzos a una audiencia más
amplia.3
La identidad musical del jazz es compleja y no puede ser
delimitada con facilidad. En primer lugar, aunque a menudo el término se
use para hacer referencia a un idioma musical (tal como se hace, por
ejemplo, cuando se habla de música clásica), el jazz
es en realidad una familia de géneros musicales que comparten
características comunes, pero no representan individualmente la
complejidad de género como un todo; en segundo lugar, sus diversas
"funciones sociales" (el jazz puede servir como música de fondo para reuniones o como música de baile, pero ciertos tipos de jazz
exigen una escucha atenta y concentrada) requieren un ángulo de estudio
diferente; y en tercer lugar, el tema racial siempre ha generado un
profundo debate sobre el jazz, moldeando su recepción por parte del público. Si bien el jazz es un producto de la cultura afroamericana, siempre ha estado abierto a influencias de otras tradiciones musicales, y ya desde la década de 1920
ha sido ejecutado por músicos de diversas partes del mundo con un
trasfondo muy diferente. En ocasiones se ha mostrado como paradigma del jazz la obra de músicos comerciales,nota 1 que los aficionados y la crítica han considerado subproductos alejados de la tradición, entendiendo por el contrario, que el jazz es una forma de música negra, en la que los afroamericanos han sido sus mayores innovadores y sus más notables representantes.3
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